Ayer por fin tuve la posibilidad de ver una película animada que me llamaba mucho la atención, ¿o qué, acaso la chica protagonista de Valiente no les llama la atención? Jeje... Sin embargo no se imaginan cuán difícil ha sido escribir una buena crítica de esta película, no porque no sea buena, pero no se, al final algo no me cuadró.
La historia trata acerca de Mérida, una obstinada adolescente de ascendencia real que lucha por tener el control de su destino, definitivamente una chica que desea darle total libertad a su indomable espíritu, y cuya particular cabellera me recuerda irremediablemente a una amiga que es idéntica a ella (no puedes negarlo Naty). Su padre, el Rey Fergus, le da todo su apoyo, un total alcahuete de su hija, pero su madre la Reina Elinor, es más conservadora y procura siempre mantener a raya a Mérida, lo cual le colma la paciencia.
El Rey Fergus es un guerrero heroico que lleva una notable espada y una protuberante pierna de palo, resultado de su enfrentamiento con el demoníaco oso Mor'du. Por su parte la Reina Elinor tiene una auténtica visión de gracia, sabiduría y fortaleza de carácter, está devotamente dedicada al bienestar de su familia y del reino, es la que realmente lleva la batuta de la familia, que además completan los trillizos idénticos Harris, Hubert y Hamish, siempre dispuestos a hacer nuevas travesuras, sobretodo si hay golosinas en juego, unos completos diablillos.
Lo cierto es que Mérida lo que más disfruta es salir a cabalgar sobre Angus, el poderoso caballo de raza Claydesdale, negro como la noche y con hocico y patas blancas, el cual además es su mayor confidente. Un día, al regresar de uno de sus emocionantes paseos por las tierras del reino, Mérida es sorprendida con la noticia de que pronto recibirían la visita de los clanes del reino que presentarían cada uno a quienes competirían por cortejarla. Así conoce a sus pretendientes: el Joven MacGuffin, un muchacho tímido pero de enormes proporciones y con su inusual dialecto escocés que resulta incomprensible para la mayoría, hijo del robusto Lord MacGuffin, quien pese a ser un hombre de pocas palabras, su voz profunda resuena en toda la Tierra, demandando respeto y contribuyendo a su reputación de ser el señor más justo y razonable de todo el reino; también está el desgarbado, sin malicia y habitualmente perdido en sus pensamientos Pequeño Dingwall, el extraño hijo de Lord Dingwall, gruñón e irascible, que no permite que su altura se interponga en su forma de resolver los problemas a puñetazos; y por último tenemos al Joven MacIntosh, quien sabe que lo tiene todo: físico atlético, carisma innegable y largos mechones de cabello que hacen suspirar a las muchachas a su paso. Es el primogénito del enjuto, indignado y descentrado líder de su clan, Lord MacIntosh, está siempre a un latido de distancia del ataque de histeria.
En fin, cuando pensamos que la emoción que se viene viviendo acabaría, nos llevamos la sorpresa de que los tradicionales cuentos de hadas quedan a un lado en esta película (gran punto a favor). Mérida no quiere casarse y por primera vez en su vida enfrenta a su madre pidiéndole que le deje es paz ya que no elegiría a ninguno de los chicos que han asistido a presentarse y causando así, sin quererlo, el caos y la furia en el reino. Rompiendo la antigua y sagrada costumbre de los señores de la tierra, huye del castillo, encontrando en su camino una anciana bruja (bastante extraña en mi opinión, pero aparentemente de buen corazón) que le concede un deseo muy poco afortunado.
De aquí en adelante se desencadena una gran cantidad de peligros relatados en una historia que me hizo perder en una gran incertidumbre, que por momentos se vuelve algo aburrida y que lamentablemente no logró atrapar por completo mi atención, pero que en las últimas instancias logra levantar la emoción para llegar a un final realmente digno y nostálgico en el que pude concluir que sí vale la pena tener algo de paciencia a la proyección. Definitivamente es cierto que "el destino está dentro de cada uno de nosotros, sólo hay que ser valientes para conseguirlo".
A pesar de mis opiniones de las que estoy seguro que muchos no estarían de acuerdo, es una historia bastante original a la que la gente de Disney y Pixar apostaron pero a la que sin duda le faltó algo de fuerza, muy recomendada para ver en familia (los valores y la unión familiar son tratados de manera excepcional); no me impresionó del todo pero la disfruté bastante. Lo que sí me impresionó enormemente es la naturaleza en la que se inspiraron para crear los ambientes, especialmente el uso del monumento megalítico de Callanish, lugar realmente clave en toda la película.
Ferchocalificación: 7.
Como nota adicional y haciendo un punto y aparte, vale la pena dedicar unas líneas al cortometraje que Pixar proyecta antes del inicio de esta película. Esta vez disfrutamos La Luna, una peculiar historia que tiene como trama principal un peculiar trabajo, realmente hermoso. No quiero decir más nada porque vale la pena que lo disfruten ustedes mismos. Mientras tanto, les dejo un breve clip.
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