Nuevamente me paso por aquí, esta vez para hablarles de mis apreciaciones acerca de una película que me ha costado inmensamente entender: Prometeo. Debo confesar que soy culpable de no haber visto en el pasado siquiera alguna película del director Ridley Scott (con excepción de Gladiador) y, por diferentes reseñas que me he visto en la obligación de buscar en la Internet, creo que esta cinta podría guardar estrecha relación con la muy famosa Alien que en mi ignorancia de hecho podría pensar que es una precuela de la misma, aunque tengo entendido que el mismo Scott ya lo ha desmentido.
Es así como la Corporación Weyland financia la misión que los llevaría a ellos junto con un equipo de biólogos, geólogos y otros científicos al planeta LV-223 a bordo de la magnífica nave Prometeo, llamada así en honor al titán amigo de los humanos a los que quiso darles la inmortalidad y que a causa de esto fue expulsado por Zeus del Olimpo y que se adapta a la misión ya que estarían en busca de aquellos que nos dieron la vida. El viaje dura 4 años en los que toda la tripulación se mantiene dormida en cámaras hiperbáricas mientras la nave es conducida por el androide David (Michael Fassbender) quien logra leer los sueños de Elizabeth descubriendo secretos acerca de su padre; honestamente debo decir que la única actuación realmente destacable es la de este último personaje.
Toda la tripulación despierta cuando ya se acercan al destino al que fueron enviados y es cuando conocemos a Meredith Vickers (interpretada por la siempre hermosa Charlize Theron) quien es la inflexible jefa de la misión, ella les indica que en caso de efectivamente encontrar señales de vida deben traer las muestras sin tocar o alterar nada. Es así como comienza la exploración en lo que parece ser una base construida por los ingenieros miles de años atrás, antes de crear a los humanos, relación que de hecho pronto confirman haciendo comparaciones de ADN.
Poco a poco se van develando muchas verdades que nadie se imaginaba (incluyendo a los espectadores de la cinta), destacando una relacionada con David que pareciera ser bastante ingenuo pero que en realidad algo se trama; a fin de cuentas, fue creado por los humanos. Una de las escenas que más gracia me causó fue cuando Charlie le comenta que cada momento se parece más a ellos, a lo que el robot le responde de manera sarcástica que espera que eso nunca llegue a suceder.
A pesar de lo confundido que estuve gran parte de la película por de verdad no entender mucho el guión, que por cierto aunque estaba algo bien elaborado tenía algunas inconsistencias, la historia captó mi atención de principio a fin; en mi opinión la dirección es bastante aceptable, aunque con algunos saltos. Los efectos especiales son muy respetables, dignos de reconocimiento. Lo único que en realidad sí veo negativo es que por momentos la trama cobra un carácter un tanto religioso, comparando el objetivo de la misión con las teorías creacionistas y los distintos dogmas de fe, echando incluso por tierra siglos de estudios científicos, algo realmente absurdo desde mi punto de vista, pero bueno, así es la ciencia ficción, algo que también da pie a una ironía.
Al final de todo se revela la GRAN verdad, obviamente no lo contaré. Después de que todo ha pasado suceden otras cosas realmente difíciles de explicar; es mejor que cada quien se haga su propia hipótesis de lo sucedido y luego a esperar por la continuación de la historia, porque sí, debería haber una secuela. Algo que me pareció muy cómico fue un comentario de una reseña realizada por El Nacional en el que aseguran que más de uno quedará con la misma postura de El pensador de Rodin al salir de las salas de cine; confieso que a mi me pasó.
A los fanáticos de las películas de ciencia ficción, y supongo que especialmente a los que vieron Alien, no se la pierdan, quizás les guste mucho más de lo que a mi.
Ferchocalificación: 7.
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